¿Qué es un electrocardiograma (ECG o EKG)?

El corazón es uno de los órganos más importantes del cuerpo humano, y mantenerlo saludable es esencial para una buena calidad de vida. Uno de los métodos más comunes y efectivos para evaluar su funcionamiento es el electrocardiograma, también conocido por sus siglas como ECG o EKG. Pero, ¿qué es exactamente esta prueba y para qué sirve?


¿Qué es un electrocardiograma?

Un electrocardiograma es una prueba médica no invasiva que registra la actividad eléctrica del corazón a través de electrodos colocados en la piel. Esta actividad se representa en forma de una gráfica con líneas onduladas que muestran cómo y cuándo late el corazón.

Cada latido cardíaco está controlado por impulsos eléctricos que se generan en el propio corazón. El ECG permite detectar alteraciones en esos impulsos y, por lo tanto, identificar problemas cardíacos.


¿Cómo se realiza un electrocardiograma?

El procedimiento es rápido, indoloro y no requiere preparación previa:

  1. Colocación de electrodos: el paciente se recuesta en una camilla, y se le colocan entre 6 y 12 electrodos (pequeños parches adhesivos) en el pecho, brazos y piernas.
  2. Registro de la actividad eléctrica: los electrodos detectan los impulsos eléctricos del corazón y los envían a una máquina que los convierte en una gráfica impresa o digital.
  3. Duración: todo el proceso dura aproximadamente de 5 a 10 minutos.


¿Para qué sirve un electrocardiograma?

El electrocardiograma se utiliza para evaluar la salud del corazón y detectar problemas como:

  • Arritmias (latidos irregulares)
  • Taquicardia o bradicardia (latido acelerado o lento)
  • Infartos al miocardio (ataques al corazón)
  • Isquemia (falta de oxígeno en el corazón)
  • Daños estructurales del corazón
  • Efectos secundarios de ciertos medicamentos
  • Problemas con marcapasos implantados


¿Cuándo se recomienda realizar un electrocardiograma?

Un médico puede solicitar un ECG si:

  • Presentas dolor en el pecho
  • Sufres de palpitaciones, desmayos o mareos
  • Tienes antecedentes familiares de enfermedades cardíacas
  • Vas a someterte a una cirugía
  • Estás iniciando un tratamiento con medicamentos que pueden afectar al corazón
  • Como parte de un chequeo rutinario en personas mayores o con factores de riesgo (diabetes, hipertensión, colesterol alto, tabaquismo)


Tipos de electrocardiograma

Aunque el más común es el ECG en reposo, existen otros tipos según las necesidades del paciente:

1. Electrocardiograma en reposo

Se realiza mientras el paciente está acostado. Es el más frecuente.

2. Prueba de esfuerzo (Ergometría)

Se hace mientras el paciente camina o corre en una caminadora. Evalúa el comportamiento del corazón durante el ejercicio.

3. Monitor Holter

Se coloca un dispositivo portátil que registra la actividad cardíaca durante 24 a 48 horas. Ideal para detectar arritmias esporádicas.

4. Monitor de eventos

Similar al Holter, pero el paciente lo activa solo cuando siente síntomas.


¿Es seguro el electrocardiograma?

Sí. El ECG es una prueba completamente segura, no invasiva, y sin efectos secundarios. No implica radiación, ni dolor, y puede repetirse tantas veces como sea necesario.


¿Qué significan los resultados?

Los resultados del electrocardiograma deben ser interpretados por un médico. Sin embargo, un ECG normal indica que el ritmo y la frecuencia del corazón están dentro de lo esperado.

En cambio, un resultado anormal podría sugerir:

  • Latidos irregulares (arritmias)
  • Daño en el músculo cardíaco (por un infarto)
  • Agrandamiento del corazón
  • Desequilibrios en los electrolitos (como potasio o calcio)
  • Bloqueos en las señales eléctricas del corazón

En caso de un resultado anormal, el médico puede pedir más pruebas para confirmar un diagnóstico o decidir un tratamiento.


¿Quién puede realizar un electrocardiograma?

Este estudio puede realizarse en:

  • Clínicas y consultorios médicos
  • Hospitales
  • Laboratorios de diagnóstico
  • Centros de medicina preventiva
  • Algunas farmacias o unidades móviles de salud

El personal encargado suele ser un técnico especializado o un enfermero capacitado, aunque el resultado siempre debe ser evaluado por un médico.